24 Nov From words to deeds, between truth and greenwashing
Lilliam Morales-Managua, Nicaragua. TecniGerencia S,A.
In marketing, many invented actions are constantly communicated, many seem exaggerated or false, but if you look closely, and if you are lucky like me to be part of certain processes, you can find true stories that inspire. Today I am writing this note to tell you one that is touching lives and creating a culture in a very sensitive sector for our society: our small producers, and through a product that we all love: chocolate!
A week ago, through Ritter Sport, I had the privilege of accompanying 5 cocoa producers from different corners of Nicaragua for the preparation of a panel, as representatives of their cooperatives, farms, and families would present their 2022 results to other producers, cooperatives and the management of the German giant chocolate manufacturer.
Day by day I accompany managers, and coordinators of various projects and industrial sectors in the analysis of the improvement of their processes, in the training of their work teams to obtain better environments and results; but this time I was delighted by the richness of the actions of this panel, of the cooperatives and of course of Ritter Sport. The small producers from their simplicity could not appreciate the great efforts and impressive results they were causing not only in the management of their farms but in their community and circle of influence; through this panel not only realized how well achieved their 2022, the directors Hajo Brand and Giovanni Schiavo, also declared themselves very impressed with the information shared, because as Mr. Brand mentioned the panelists not only talked about cocoa or numbers, they talked about future.
The surprise is not for less, in a regional context of massive migration, climate change and other challenges, we found a Heyder Granados from San Jose de Bocay at only 24 years old talking about the four technological projects in which he participated for the application in his family farm, and how he had gathered about 20 kids between 18 and 24 years old to teach them, he is replicating the knowledge, from his initiative, and leave the country for him? not a chance, he is very busy with plans for 2023 on his farm; he certainly gives hope in betting on a replacement generation. Juana and Ana Celia empowered women by renewing their cocoa farms thanks to technical assistance and the interest of their cooperatives, certifying their production with sustainability because they already clearly knew the benefits, maintaining a stable and well-paid income through certified cocoa, Juan Sanchez from Waslala talking about how he was convinced that cocoa and its certification was a major response to climate change in the country, how betting on the conscious implementation of its good practices was a wise decision that could preserve the fertile land.
Well, I wanted to be brief in this note, but I fell short; the feelings of joy and inspiration were there, in the actions of Ritter and his team in the collection center, not only in the development of its suppliers but in the closeness, in rewarding with fair prices the commitment to make sustainability together, in taking care that each cocoa bean that integrates its chocolate tells a story of friendship with the environment and impact on improving the lives of small producers. With more than 30 years in Nicaragua, without cameras, without big speeches, this is how you live what is published on the sustainability labels of these square and delicious chocolate bars. Thank you Ritter Sport for letting me be part of this experience.
Lilliam Morales-Managua, Nicaragua. TecniGerencia S,A.
En mercadotecnia constantemente se comunican muchas acciones hacia la sostenibilidad exageradas o falsas, es triste, pero si se observa bien, y si se tiene la suerte como yo de ser parte de ciertos procesos, se pueden encontrar historias verdaderas que inspiran. Hoy escribo esta nota para contarles una que está tocando vidas y creando cultura en un sector muy sensible para nuestra sociedad: nuestros pequeños productores, y a través de un producto que todos amamos ¡el chocolate!
Hace una semana, a través de Ritter Sport, tuve el privilegio de acompañar para la preparación de un panel a 5 productores de cacao originarios de diversos rinconcitos de Nicaragua, como representantes de sus cooperativas, fincas y familias expondrían ante otros productores, cooperativas y ante la dirección del gigante alemán fabricante chocolate sus resultados del 2022.
Día a día acompaño a gerentes, coordinadores de diversos proyectos y sectores industriales en el análisis de la mejora de sus procesos, en la capacitación de sus equipos de trabajo para obtener mejores entornos y resultados; pero esta vez me deleité en la riqueza de las acciones de este panel, de las cooperativas y por supuesto de Ritter Sport. Los pequeños productores desde su sencillez no podían apreciar los grandes esfuerzos e impresionantes resultados que estaban provocando no solo en el manejo de sus cultivos, sino en su comunidad y círculo de influencia; a través de este panel no solo se dieron cuenta de lo bien logrado de su 2022, los directores Hajo Brand y Giovanni Schiavo, se declararon también muy impresionados con la información compartida, pues como mencionó el señor Brand los panelistas no solo hablaron de cacao o de números, hablaron de futuro.
La sorpresa no es para menos, en un contexto regional de migración masiva, cambio climático y otros retos, encontramos a un Heyder Granados de San José de Bocay a tan solo 24 años de edad conversando de los cuatro proyectos tecnológicos en los que participó para la aplicación en su finca familiar, y cómo había reunido a unos 20 chavalos entre 18 y 24 años para enseñarles, ¡está replicando los conocimientos!, desde su iniciativa, y salir del país para él… ni pensarlo, está muy ocupado con los planes del 2023 en su finca; ciertamente es una esperanza en la apuesta por una generación de relevo. Juana y Ana Celia empoderadas renovando sus fincas de cacao gracias a la asistencia técnica y el interés de sus cooperativas, certificando su producción con sostenibilidad porque ya sabían claramente los beneficios, el mantener unos ingresos estables y bien remunerados a través del cacao certificado, Juan Sánchez de Waslala hablando de cómo estaba convencido de que el cacao y su certificación era una respuesta de peso al cambio climático en el país, de cómo apostar por la implementación consciente de sus buenas prácticas era una decisión acertada que podía preservar la tierra fértil.
Bien, quise ser breve en esta nota, pero me quedé corta; los sentimientos de alegría e inspiración estaban ahí, en las acciones de Ritter y su equipo en el centro de acopio, no sólo en el desarrollo de sus proveedores, sino en la cercanía, en premiar con precios justos el compromiso de hacer sostenibilidad juntos, en cuidar que cada grano de cacao que integra su chocolate cuente una historia de amistad con el medio ambiente y de impacto en la mejora de la vida de los pequeños productores. Con más de 30 años en Nicaragua, sin cámaras, sin grandes discursos, así se vive lo que se publica en las etiquetas de sostenibilidad de estas cuadradas y deliciosas barras de chocolate. Gracias Ritter Sport por dejarme formar parte de esta experiencia.
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